martes, 13 de diciembre de 2016

Drones al servicio de la comunidad

Por: Carla Soria

Hacer entregas a domicilio, monitorear situaciones de emergencias, prevenir futuros problemas ambientales, realizar búsquedas de personas son algunos de los nuevos usos que se le dan a las aeronaves pilotadas a distancia.

Mejor conocidos como los drones, estos son vehículos aéreos no tripulados (VANT por sus siglas en español), que cuentan con pequeñas cámaras, GPS y sensores que desde su creación fueron concebidos para ser usados en los círculos militares, pero que de a poco se han ido insertando en la sociedad como una herramienta útil en diferentes funciones.

“En los últimos años, se ha venido ampliando su uso debido a que se lo empezó a utilizar con fines científicos, de entretenimiento, y comunicativos”, esto sumado a su fácil manejo para conducirlos, así lo afirma Carlos Navarrete, piloto de drones con un año de experiencia. Él afirma que incluso las empresas que se han dedicado a la producción de este dispositivo lo han hecho cada vez “más intuitivo y fácil de usar para todos los públicos”. De ahí que estos se manejen a través de controles remotos o de aplicaciones para celulares inteligentes o tablets.

Víctor Sánchez, vendedor y aficionado de los drones, nos explica que estos pequeños aparatos están compuestos de fibra de carbono, materiales metálicos y de plástico. Él manifiesta que la utilización de la fibra “da resistencia y ligereza”, mientras que el plástico se utiliza en los puntos de la estructura que no son cruciales para la resistencia del dispositivo.

Existen varias configuraciones de drones, pero los más comunes son aquellos que utilizan cuatro motores situados en los extremos de cuatro ejes. Estos son pequeños y redondos propulsores eléctricos que dan soporte al vuelo del dispositivo y adoptan el mismo principio que explica cómo vuelan los helicópteros. Las baterías de este dispositivo son de un tamaño reducido, por eso que “incluso los mejores drones del mercado normalmente tienen autonomía de vuelo de unos pocos minutos”, agrega Sánchez.

Esta tecnología también contiene sistemas de navegación a través de un chip GPS y permite recibir instrucciones para aumentar o disminuir la aceleración y la altitud que puede llegar hasta los 120 metros. Además, de la cámara que permite hacer unas tomas aéreas de gran calidad sobre los espacios en los que se sobrevuela y de ahí que su uso se haya expandido.

En Ecuador utilizar los drones para realizar entregas a domicilio o para casos de emergencia no es una actividad común. “En el país se ha visto que lo utilizan mayoritariamente en los medios de comunicación para hacer tomas de gran calidad”, así lo afirma Eric Moreira, también piloto de esta aeronave. Dice que muchos medios contratan su servicio, principalmente para tomar vídeos o fotografías aéreas de
multitudes en eventos, grandes embotellamientos, o simplemente de sitios y atracciones naturales o artificiales.

Canales de televisión y en menor grado, medios impresos son los más inclinados a realizar estas actividades. Alexander García, periodista, precisa que su utilización en las salas de redacción se debe a que a través de estas imágenes uno es “capaz de llevar a los lectores en un viaje que muestre una perspectiva diferente de las cosas. Uno podrá pasar por el mismo lugar muchas veces, incluso conocer algún sector de la ciudad como la palma de su mano, pero al ver ese espacio de esta mirada es sencillamente diferente y en cierta forma sorprendente”.

Es así como los drones han abierto toda una nueva gama de posibilidades al periodismo fotográfico y a los cineastas. García acotó que su uso es algo limitado en el país, porque no hay una gran cantidad de personas que sepan pilotear estas aeronaves y tengan el permiso, “lo que frena su utilización en otros campos que podrían resultar interesantes”. Y en ese mismo criterio coincide Sánchez al afirmar que aún hay mucho que descubrir en el país sobre la utilización de estos dispositivos.

En Ecuador se está empezando a incursionar en el manejo de las aeronaves pilotadas para garantizar la seguridad de la ciudadanía y combatir la delincuencia en zonas de Quito, como un proyecto piloto en conjunto con la Dirección General de Inteligencia de la capital. Si este plan logra tener éxito, podría ser aplicado en las zonas y subzonas policiales de las 24 provincias del país.
Pero hasta entonces, otras naciones del mundo ya nos llevan ventaja en el manejo de los drones. En Rusia o Israel, esta tecnología ya se encuentra haciendo envíos de pizza y en otros lugares como China, se operan para hacer llegar correos.


Asimismo en naciones como España, se creó un sistema integrado que con ayuda de los drones permite a éstos conectar con teléfonos móviles que quedaron sin señal e informar de su posición exacta, facilitando la búsqueda de personas. Además de crear diseños especializados de VANT para la prevención y el control de incendios forestales, en el que su función es reunir la información necesaria para anticiparse, en lo posible, a la prevención y expansión de incendios.

Y como estos muchos más ejemplos y funciones que se le pueden dar a las aeronaves no tripuladas que van desde investigaciones arqueológicas, como en Perú, hasta con fines geológicos como en Estados Unidos, pasando por, inclusive, manipulaciones de los drones con materiales nocivos en el caso de Japón.

En el país, en el año 2014, se importó del sector de la tecnología de la información (TIC’S) y de la comunicación alrededor de USD 2,2 millones, según el portal web Republic of Opportunities Ecuador, que maneja el gobierno. Estados Unidos fue el mayor importador con un 41%, seguido de China con 21%. Otras naciones que colaboraron fueron España, Malasia, Hong Kong, Panamá, Colombia, México, Brasil y Alemania.

Es así, como los drones -y la tecnología en general- se han constituido una herramienta fundamental para la población, en la que sus usos parecen aumentar cada día. “En un futuro, tal vez no muy lejano, no me sorprendería que amplíen sus capacidades y nos permitan descubrir grandes cosas inclusive fuera de nuestro planeta. Actualmente estamos viviendo el auge de la creatividad en cuanto a tecnología se trata”, concluye Navarrete.

Datos adicionales sobre reglamento en Ecuador
1.- La Dirección General de Aviación Civil (DGAC) tiene un reglamento para la Operación de Sistemas de Aeronaves Pilotadas a Distancia, desde el 17 de septiembre de 2015.

2.- Los drones no pueden ser operados en las cercanías de las bases aéreas militares o aeródromos, lugar de aterrizaje y despegue de aviones. La distancia mínima para acercarse a estos espacios es de 9 kilómetros.

3.- La altura máxima de vuelo es de 400 pies (122 metros), sobre el terreno, y las horas permitidas para operar son entre la salida y puesta del sol y en condiciones meteorológicas adecuadas para ser visibles.

4.- La persona encargada de los controles del dron será la responsable durante todo el vuelo y debe estar en condiciones fisiológicas adecuadas, es decir no fatigado, ni bajo los efectos de bebidas alcohólicas o drogas.

5.- Además, los dueños de los drones deben tener un seguro para responder por daños causados a terceros como resultado de sus actividades de vuelo. Este puede ser de USD 3 000 o USD 5 000 dependiendo de la masa máxima de despegue.

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