Pókemon go, el juego que muestra cómo funciona esta tecnología
Accidentes de auto, golpes, atropellos, robos e incluso muertes, fueron algunas de las consecuencias del uso del videojuego para celular Pókemon go, desde que llegó a Ecuador. Esta animación, que forma para de lo que se conoce como realidad aumentada, conquistó a más de uno por el recuerdo que aún alberga en la mente de los jóvenes, en ese entonces niños, que veían la serie de la que se desprende.
Para entender mejor a que se refiere este término, Paul Campoverde, vendedor de mercancías tecnológicas, explica que la realidad aumentada “mezcla mundos virtuales con el mundo real, superponiendo gráficos generados por computadoras y audio con el entorno real”. De ahí la adicción que se desarrolló por los usuarios por capturar a los pokemones.
Este es solo uno de los ejemplos de cómo funciona dicha tecnología. Sin embargo, él considera a esta plataforma solo como un inicio de lo que podría lograrse gracias a dicha innovación. En este juego en particular, según explica Emilio Serrano, experto en tecnología e informática, el efecto de la ‘magia visual’ es de carácter estético. “La realidad aumentada aboga por lograr que los elementos del mundo digital interactúen con los espacios. Para ello es necesaria la implementación de sensores con la capacidad de medir áreas, distancias y profundidades”, agregó.
Serrano afirma que si esta tecnología se cumpliera en su totalidad en este juego, permitiría que los pokemones “no solo se superpusieran a la imagen de la realidad, sino que se movieran por los espacios como si tuvieran vida propia, esquivando los obstáculos o usándolos a conveniencia para esconderse de los usuarios que deseen capturarlos, hecho que de por sí, traería más problemas de los que ya ha generado el videojuego en los adolescentes”.
Juan Carlos, de 17 años, aficionado de la serie, reconoce que ha arriesgado su vida en múltiples ocasiones para poder cazar a los animales animados. Acota que mientras uno están jugando, “es como si te olvidaras de lo que pasa a tu alrededor. A veces he llegado a pensar que estoy dentro del juego”. De ahí que en relata que lo más peligroso a lo que se ha enfrentado es cruzar la calle sin mirar.
Y así varios casos. “Si no fuera porque el conductor frenó de golpe, me hubiera arrollado”, agrega Jonathan Carrascal, joven de 19 años. Dice que lo más interesante de Pókemon, es el efecto de realidad aumentada, que hace parecer a los hologramas como si en realidad estuvieran en un parque, calle o dentro de la casa.
Alejandro Armijos, maestro Pókemon –en el juego- cuenta que a pesar de que el mismo juego te da indicaciones sobre no manejar mientras manipulas el dispositivo, el obvió la advertencia y chocó su vehículo hace unos meses. “Tuvimos una colisión con mi primo por frenar de golpe. Yo grité Nidorino –animal venenoso- y mi primo que conducía, frenó de golpe para atraparlo. Por suerte no pasó nada, solo fue un susto”.
Lenin, en cambio, se ha golpeado la cabeza contra anuncios y se cayó una vez. Todo por no mirar el piso ni a su alrededor, sino la pantalla de su celular. Lo peor que le ha pasado fue un intento de robo cuando se encontraba en una 'pokeparada', en donde se encuentras los jugadores para recargar las 'pokebolas'. Allí –dice- casi le roban su celular. “Tuve que correr porque un hombre me amenazó para que le diera el celular”.
En el país, desde que llegó la fiebre de la aplicación, los índices de reportes de robos incrementaron, por eso las autoridades debieron tomar medidas.
El vicealmirante Jorge de la Torre, coordinador zonal 5 y 8 del ECU-911, afirma que desde que se conoció que la aplicación llegaría a Ecuador, existió “la preocupación de que pueda ser mal utilizado”, ya que los puntos de concentración de objetos también podían y así fue, convertirse en blancos de la delincuencia.
“Es un juego que te saca de la naturalidad del entorno en el que se vive y te hace experimentar virtualmente una búsqueda. Las personas están propensas a ser afectadas por alguien que se acerque y les quite su teléfono, que los atropelle un vehículo, que los choquen o que puedan ingresar a una propiedad privada y los lleven presos o adquieran una contravención”.
Campoverde, en ese sentido, agregó que lo preocupante de este tipo de tecnología es cuando “ilusión es mal utilizada, la frontera entre lo real y lo imaginario provoca confusión o hace que las personas pierdan sus posibilidades y responsabilidades al disponer de medios virtuales para reemplazarlos”.
Acota, que en el mercado, los teléfonos celulares carecen de sensores que permitan una experiencia más vívida de lo que consiste la realidad aumentada, pero que de una u otra forma, esto es una ventaja porque de lo contrario, “quién sabría qué más puede pasar con los ciudadanos despistados que consumen eso”.
En el campo de esta innovación, en el mercado hay gafas con visor transparente que permiten mezclar gráficos holográficos que se superponen a la visión del usuario y obtener información sobre rutas, climas, negocios, mensajes y otros sin distorsionar la realidad. En otros modelos inclusive hay cascos que permiten vivir experiencias de realidad aumentada con un cariz de interactividad y elementos holográficos.
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