Los wearables o tecnología vestible, se han convertido en un aliado de los deportistas a nivel nacional y global. Varias empresas han optado por implementar estos accesorios que permiten que el atleta pueda tener un control sobre su rendimiento, incrementar sus resultados y prevenir el desgaste físico.
El boom de estar fitness o en forma fue un fenómeno que impulsó la implementación de esta tecnología entre los usuarios amateur o profesionales, para ser un apoyo en sus días de ejercicio. Estos consisten en artefactos que se pueden colocar en el cuerpo o ‘vestir’, para tener un registro sobre las actividades. El ejemplo más conocido de ello son los relojes inteligentes o ‘smartwatches’, por su versatilidad y comodidad.
Quemar calorías, ganar resistencia física, mejorar tiempos de competencia, contabilizar pasos y kilómetros y registrar la frecuencia cardíaca, son algunos de los beneficios que proporcionan estos artefactos. Así lo explica el deportólogo Óscar Vizuete. “De ahí que su uso se haya vuelto más común entre los practicantes”, agrega.
Mucho antes de que esta tecnología llegue a los mercados, los atletas cumplían con sus actividades de manera empírica y análoga, evaluando sus resultados a través de cronómetros o máquinas especializadas.
"Antes solo los deportistas de alto rendimiento cronometraban y registraban sus entrenamientos, pero hoy, con el incremento del uso de tecnologías móviles y de aplicaciones para los smartphones, los deportistas amateurs pueden hacerlo y mejorar su rutina con todos los datos entregados", explica el instructor deportivo Ismael Moreno.
Los relojes inteligentes son los más utilizados por los deportistas, al menos en la ciudad de Guayaquil. Pero cómo funcionan estos mientras el atleta está en movimiento, es una pregunta frecuente entre quienes no tienen conocimientos sobre esta tecnología.
Mario Escalante, vendedor de esta mercadería explica que “a través del dispositivo a medida que uno va corriendo, va llevando un registro de los kilómetros y en algunos casos del número de pasos que uno da. También mientras uno está en el ejercicio va percibiendo la agitación del cuerpo y puede saber los signos vitales del individuo que lo usa”.
Gary Echegaray, runner aficionado, afirma que para él significa lo mismo si una persona corre con o sin tecnología. “El cuerpo trabaja de la misma manera cada vez que te ejercitas, lo único que hace esta tecnología es informar sobre lo que sucede en tu cuerpo, porque no es que esto te haga más fuerte o te permita rendir más”.
Y en eso coincide el deportólogo Vizuete, quien indica que el funcionamiento del cuerpo “no varía con la utilización de los wearables, solo permiten tener un acercamiento a datos específicos para conocer si tu cuerpo se encuentra estable. Lo quenos ayuda a nosotros también a tener un conocimiento sobre la salud del deportista y lo que es adecuado para él o ella, en términos de esfuerzo y de alimentación”, agrega.
Lo interesante de esta tecnología, acota Moreno, es que “sus principales usuarios no son personas enfermas, que necesiten de esto para controlar su salud, sino que es utilizado por personas sanas que quieren conocer y preservar su estado físico y de salud”.
Xavier Rivera, practicante de running, indica que aunque es cierto que va en aumento el uso de esta tecnología, para él no resultan “indispensables porque si una persona quiere empezar a correr o ejercitarse puede hacerlo con (tecnología) o sin ella”. El joven deportista cree que lo que sí es vital es que el usuario tenga el deseo de hacer deporte.
Rivera comenta que él empezó a incursionar en competencias, dentro de la ciudad de Guayaquil porque le apasiona correr. Dice que desde que inició lo ha hecho sin necesidad de usar los wearables e indica que se siente cómodo.
“Las personas, desde mucho antes de que aparezca la tecnología, hacían sus actividades cotidianas o deportivas de manera normal. La tecnología no tiene porqué venir a cambiar eso”, menciona el deportista.
Aunque sí acepta haber utilizado en ocasiones un reloj inteligente, dice que entre sus preferencias están las aplicaciones que también permiten llevar un registro de su rendimiento y son gratuitas, a diferencia de los wearables que son costosos, y en el país tienen un precio aproximado de USD 200 hasta USD 400.
En el mercado, hay muchos más accesorios que se comercializan también bajo la denominación de wearables como lo son la ropa con sensores, gafas inteligentes, parches flexibles, bandas e incluso joyas, pero con fines comunicativos.
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